¡Ser positivo!


En este 2011 decidamos ser diferentes.  Para comenzar, tratemos de no proponernos cosas complejas, profundas o complicadas; basta con ser más positivo y ver la vida desde la óptica de la superación personal en el diario vivir para poder encontrar poco a poco el camino para la realización de las metas.


Una buena manera de lograr esto es en base a la lectura; debemos hacer que nos guste, sobre muchos temas, pero sobre todo, temas que tengan que ver con la personalidad, el carácter y la excelencia en las personas, es decir, lecturas que sean inspiradoras.   Es cierto, a veces nos encontramos que hay tanta información por devorar que no alcanzaría toda una vida para poder procesarla, y sobre todo, para llevarla a cabo.  Pero eso no debe preocupar a nadie.


¿Y en la vida diaria? Debemos sacar provecho al máximo de cada momento que vivimos, así que: ¿para qué afanarnos en tratar de leer todos los textos de la superación, el éxito y la excelencia que existen en todo el mundo si también de la vida cotidiana se pueden sacar experiencias y enseñanzas que ningún libro las podrá dar?.  Claro, eso no quiere decir que no hay leer más, al contrario, debemos cultivar el impulso de seguir buscando la experiencia escrita porque eso da sabiduría, pero sin olvidar que la vida real y el diario vivir nos están esperando para poner a prueba todos nuestros deseos de éxito.

Es un trabajo muy duro ir contra la corriente, y cuando digo la corriente me refiero a los malos hábitos del ambiente que nos rodea: críticas, negativismo, adicciones, conformismo, desidia, victimismo, excusitis, miedo, etc.  En mi caso, debo admitir que he sido presa más de alguna vez de esas debilidades durante los últimos años, y ¿por qué no decir, los años de mi vida?  Pero no por eso vamos a dejar de perfeccionarnos.

El 2011 marca el inicio de una nueva etapa en nuestras vidas, en muchos aspectos, que siguiendo lo que dice mi corazón, será una etapa mejor y con más logros de lo que fue la década anterior.  Debemos cuidarnos de no dejar que nuestros sueños y objetivos se entierren en el olvido; y solo lo conseguiremos empapándonos de todo aquello que alimente nuestros deseos de superación y que impregnen nuestras vidas de positivismo y alegría.

El reto es grande, y puede parecer fácil al inicio, pero debo estar preparado física, emocional y espiritualmente para afrontar las situaciones que de alguna manera podrán mermar el optimismo con el que inicia este año.  Es más, ahora me abstengo de hacer mención de esas posibles situaciones mermadoras con el objetivo de apartar de nuestra mente lo negativo que no trae nada constructivo para la realización de nuestros planes.

Ahora ya no podemos iniciar un año sin saber cómo lo vamos a finalizar, y aunque debemos saber que la mitad del futuro la decide Dios (o el destino como lo llaman otros), también debemos saber que nos queda la otra mitad para poder hacer lo que queramos con ella, así que, ¿por qué no? trabajemos duro para poder saber cómo será esa otra mitad del futuro.

Así que, propongámonos que al final del 2011, estemos más delgados y más saludables; que al llegar el mes de diciembre hayamos inculcado a nuestras familias más valores éticos y morales, y que seamos el primer ejemplo vivo de esa forma de vida; debemos saber que si tenemos deudas, en este 2011 lograremos reducirlas en una buena proporción; seamos mejores en nuestro trabajo, emprendamos nuevos proyectos, segamos adelante, no hay que dejar de leer, de soñar, organizar nuestras finanzas, de acercarnos a Dios, de educar a nuestros hijos; no debemos dejar de entregar amor a los nuestros, de seguir mejorando como persona.  Luchemos contra lo negativo, contra lo que daña la personalidad, la imagen, la salud y sobre todo, lo que nos aleja del éxito.



Este 2011 será de muchas bendiciones y sobre todo, un año de luz, de cambios buenos y de muchas oportunidades.  Les deseo los mejores éxitos.  Adelante!

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